En cualquier foro le dirán que hay dos lugares en Marruecos en los que realmente se puede pasar una noche en el desierto: las dunas de Erg Chebbi y las dunas del desierto de Erg Chigaga, que requieren un viaje de 8 a 10 horas en coche desde Marrakech. La respuesta básica es que depende de sus intereses y estilo de viaje.
Erg Chigaga tiene menos visitantes que Erg Chebbi porque su acceso es más difícil. Después de llegar a M’hamid, el viaje de 60 kilómetros hasta las dunas de Chigaga requiere un 4X4 y un conductor profesional con experiencia porque la ruta no está sellada y es menos transitada, lo que la hace más salvaje. Las dunas de Chigaga son para los turistas que buscan una experiencia aislada, primitiva, privada y única. Conduciendo desde Mhamid, se pasa por el enorme lago seco de Iriki, en el Parque Nacional de Iriki, que ofrece una vista y un panorama espectaculares.
Erg Chigaga: qué aporta y dónde encontrarlo.
El Sáhara es el mayor desierto abrasador del mundo, con una gran variedad de formas terrestres. Los erg, o desiertos de arena, son una de sus características geográficas más conocidas. Erg Chebbi y Erg Chigaga son dos de los más grandes del Sáhara marroquí.
Erg Chigaga parece tener una mayor superficie pero unas dunas más bajas (62 metros frente a 150 metros). Sin embargo, como las dunas suben gradualmente de altura, la diferencia de altitud es apenas perceptible hasta que se comparan las vistas panorámicas de los distintos lugares.
La mayor distinción es la facilidad de acceso, por lo que la cantidad de tráfico turístico se debe a la distancia de la ciudad más cercana: Merzouga está a sólo unos metros en el caso de Erg Chebbi; M’Hamid está a 50 km (30 millas) en el caso de Erg Chigaga, y la carretera de acceso está sin asfaltar, por lo que sólo un 4×4 puede llegar a esta zona, y los operadores de viajes rara vez lo consideran.
A lo largo del viaje.
Los lugares son tan significativos en Marruecos como las rutas que conducen a ellos. Cuando se comparan los itinerarios desde Marrakech a ambos ergs, comparten el mismo camino hasta llegar a Ouarzazate, recorriendo el puerto de Tizi n’Tichka y el ksar de Ait Ben Haddou.
El sendero se divide aquí, y aunque ambos caminos llevan más o menos el mismo tiempo, el paisaje es muy diferente. A lo largo del camino hacia Erg Chebbi, hay kasbahs y paisajes rocosos salpicados de palmeras y zonas de vegetación. A partir de la mitad del camino, la ruta hacia Erg Chigaga se altera y el paisaje se vuelve cada vez más llano y árido.
Al acercarse a Erb Chebbi, la carretera termina en un llamativo contraste de paisajes, pero el camino hacia Erg Chigaga se transforma gradual y tranquilamente en el terreno de las dunas.
Al llegar a Erg Chigaga.
La mayor diferencia es probablemente la distancia a la civilización. Las dunas de Erg Chebbi están a media hora en camello o a pie desde Merzouga.
El viaje a Erg Chigaga es bastante singular. Nos quedan dos o tres horas de viaje por delante una vez que dejamos atrás M’Hamid. Tiene el sentido de una película clásica en tres actos:
- El primer acto, la exposición, nos lleva a través de una vasta llanura salpicada de piedras oscuras y colinas conocida como el desierto negro.
- Atravesamos montículos de arbustos con una arena tan fina que la más mínima brisa la levanta en un velo fantasmal que llena el aire en el segundo movimiento ascendente.
- En el tercer acto, el final, nos recibe un comité de bienvenida de plantas tóxicas en el erg.
Es un viaje que requiere paciencia, pero también es muy gratificante, ya que se puede saborear la anticipación de llegar poco a poco a la meta.
Cosas que hacer en Erg Chigaga.
La singularidad del terreno y el legado cultural de la región dotan al parque de un importante potencial ecoturístico, que servirá de palanca para el crecimiento económico local.
Viaje al desierto en 4×4:
Ruta en 4×4 hasta Erg Chegaga 3bid lya las mayores dunas de arena, y visitar el foro sagrado del oasis laaleg con paisajes y terrenos cambiantes. Visitar a una familia nómada y conocer su modo de vida, degustar el pan de arena que da fama a esta región, y continuar el viaje hasta el centro del lago Iriki, ideal para la conducción offroad y ruta de muchos rallys.
Acampada en tiendas bereberes:
Acampar en el desierto es una experiencia única para los entusiastas de las actividades al aire libre, con sus vistas de otro mundo, su fauna y sus estrellas (¡que son alucinantes en una noche clara!). Hay varios ergs (erg lmhazil, erg lghoul, 3bid lya…) en el Parque Nacional del Lago Iriki, donde se puede encontrar una gran variedad de campamentos en el desierto, desde los más sencillos hasta los más lujosos.
Caminar por las dunas:
Experimente la tranquilidad del desierto del Sahara caminando por las dunas, madrugando para ver el amanecer y quedándose hasta tarde para ver la puesta de sol.
Atracciones para visitar en las cercanías.
La sensación de estar a kilómetros de distancia de cualquier vestigio de civilización debería ser suficiente motivación para hacer este viaje, pero siempre se pueden consultar los puntos de interés adyacentes, ya sea ajustando la ruta para visitarlos o utilizando el erg como punto de partida y explorando los lugares de interés de los alrededores. He aquí algunos ejemplos de estos lugares:
El lago Iriki:
Con un nombre engañoso, esta vasta llanura de barro petrificado, que antiguamente contenía las aguas del río Draa, ha permanecido seca durante más de 20 años. Merece la pena detenerse en el camino de vuelta. Los únicos rastros de vida son falsos paisajes en forma de espejismos o, en raras ocasiones durante la estación húmeda, pequeños lagos que atraen a las aves locales.
M’Hamid:
A pesar de tener fama de ser la ciudad más cercana, este histórico paso de caravanas merece una visita, debido a su construcción en barro. También son notables los ksars en avanzado estado de deterioro en las afueras de la ciudad.
Tamegroute:
Es ampliamente reconocida por su distintiva cerámica verde y fue antiguamente un centro de educación y religión. Probablemente sea la ciudad adyacente más recomendable, con una biblioteca con más de 4.000 manuscritos, un activo lugar de peregrinación y una kasbah subterránea diseñada para soportar el calor extremo en la que aún residen cientos de familias.
Oasis de Oum Laalag:
A pocos kilómetros de Erg Chigaga se encuentra un oasis de 15 hectáreas rodeado por un muro de adobe, donde fluye el agua y florecen las palmeras, lo que le confiere un aura sagrada debido a su notable proximidad al desierto.
Taznakht:
Para los que no pueden irse sin comprar un recuerdo, este pequeño pueblo es el principal fabricante de alfombras bereberes del país. Un viaje a una de las cooperativas de este lugar, junto con algo de paciencia y negociación, le permitirá evitar al intermediario.
En este punto, la elección es sencilla: ¿Erg Chebbi o Erg Chigaga? No hay una respuesta correcta; cualquiera de las dos opciones es una elección sensata, y la selección se basará en lo que quiera obtener de sus vacaciones.
La opción ideal es aprovechar un primer viaje a Marrakech para explorar el Erg Chebbi, y luego organizar un segundo viaje con paisajes adicionales del desierto, terminando con el Erg Chigaga. Esta es la alternativa para las personas que se enamoran de la belleza inconfundible de Marruecos, y puede ser la única opción que se ajusta a ambos ergs.
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